11 de febrero de 2009

Un grito de Angustia

Este Salmo me ha sido de ayuda hace un par de semanas cuando senti desfallecer y se que tanto tú que estas al otro lado de este blog que visitas quiero dedicarte este salmo, ultimamente estoy con muchas responsabilidades tanto en la obra del Señor, como en mi trabajo y estudios sin embargo siempre quiero darme un tiempito para poder escribir y sepan que lo que tú pasas tambien algun miembro del cuerpo lo esta pasando en alguna parte del mundo, así que no te desanimes y sigue adelante un abrazo. (Nota: Tal vez ya lo leiste ante, pero la Palabra de Dios siempre habla algo nuevo cuando la vuelves a leer :) )
Salmos 69
Un grito de angustia


1 Sálvame, Dios mío, porque estoy a punto de ahogarme;

2 me estoy hundiendo en un pantano profundo y no tengo dónde apoyar los pies.

He llegado a lo más hondo del agua y me arrastra la corriente.

3 Ya estoy ronco de tanto gritar; la garganta me duele; ¡mis ojos están cansados de tanto esperar a mi Dios!

4 Son más los que me odian sin motivo que los pelos de mi cabeza; han aumentado mis enemigos, los que sin razón me destruyen y me exigen que devuelva lo que no he robado.

5 Dios mío, tú sabes cuán necio he sido; no puedo esconderte mis pecados.

6 Señor, Dios todopoderoso, ¡que no pasen verguenza por mi culpa los que confían en ti! Dios de Israel, ¡que no se decepcionen por mi causa los que con ansia te buscan!

7 Por ti he soportado ofensas; mi cara se ha cubierto de verguenza;

8 ¡soy como un extraño y desconocido para mis propios hermanos!

9 Me consume el celo por tu casa; en mí han recaído las ofensas de los que te insultan.

10 Cuando lloro y ayuno, se burlan de mí; 11 si me visto de luto, soy el hazmerreir de todos.

12 Ando de boca en boca, y los borrachos me hacen canciones.

13 Pero yo, Señor, a ti clamo. Dios mío, ¡ayúdame ahora! Por tu gran amor, ¡respóndeme! Por tu constante ayuda, ¡sálvame!

14 ¡No dejes que me hunda en el lodo! ¡Ponme a salvo de los que me odian y de las aguas profundas!

15 ¡No dejes que me arrastre la corriente! ¡No dejes que el profundo remolino me trague y se cierre tras de mí!

16 Señor, respóndeme; ¡tú eres bueno y todo amor! Por tu inmensa ternura, fíjate en mí;

17 ¡no rechaces a este siervo tuyo! ¡Respóndeme pronto, que estoy en peligro!

18 Acércate a mí, y sálvame; ¡líbrame de mis enemigos!

19 Tú conoces las ofensas, la verguenza y la deshonra que he sufrido; tú sabes quiénes son mis enemigos.

20 Las ofensas me han roto el corazón; ¡estoy sin ánimo y sin fuerzas! Inútilmente he buscado quien me consuele y compadezca.

21 En mi comida pusieron veneno, y cuando tuve sed me dieron a beber vinagre.

22 ¡Que su mesa y sus comidas de amistad se conviertan en trampa para ellos!

23 ¡Haz que se queden ciegos y que siempre les tiemblen las piernas!

24 Descarga tu enojo sobre ellos; ¡que tu furia encendida los alcance!

25 Que su campamento se vuelva un desierto, y que nadie viva en sus tiendas;

26 pues persiguen al que has afligido y se burlan del dolor del que has herido.

27 Devuélveles mal por mal; ¡que no alcancen tu perdón!

28 ¡Bórralos del libro de la vida! ¡No los pongas en la lista de los justos!

29 Pero a mí, que estoy enfermo y afligido, levántame, Dios mío, y sálvame.

30 Alabaré con cantos el nombre de Dios; lo alabaré con gratitud,

31 y el Señor quedará más complacido que si le ofreciera un toro en sacrificio o un novillo con cuernos y pezuñas.

32 Al ver esto, se alegrarán los afligidos y se animará el corazón de los que buscan a Dios;

33 pues el Señor escucha a los pobres y no desprecia a los suyos que están presos.

34 ¡Alaben al Señor el cielo, la tierra y el mar, y todos los seres que en ellos viven!

35-36 Pues Dios salvará a Sión y reconstruirá las ciudades de Judá. Los hijos de sus siervos heredarán la ciudad; allí vivirán y tomarán posesión de ella; ¡los que aman su nombre la habitarán!

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Patty...
desde este lado te mando un abrazo.

Patricia Fiorella dijo...

a ti tambien amiga

Isa dijo...

Léí este salmo en dos versiones, y en ambas ¡es conmovedor! Mucho en qué confiar y por lo cual nos habla el Señor. Gracias querida Paty por ponerlo.
Besitos.

Patricia Fiorella dijo...

besitos mi querida Isa sabes ando corriendo por estos tiempos en los ministerios en la iglesia he tomado mayor responsabilidad y tambien mi trabajo, familia y estudios pero prometo pasar a leerte un abrazo

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Edificante, para mi por que estoy en angustia, me identifico con el escritor